19 junio, 2007

El Reloj

Que gusto cuando no tienes que estar pendiente del reloj.
Si te fijas, la mayor parte del día nos lo tiramos pendiente de él. Unas veces no avanza, otras corre demasiado...curiosamente la velocidad de las manillas es inversamente proporcional a las ganas que tienes de que avancen...
Las únicas horas en las que se supone que no estas pendiente del reloj, son esas en las que estas durmiendo...y cuando mejor estás, cuando se te empieza a olvidar la existencia de tu reloj...pipipi pí, pipipi pí...el amigo de todos, al primero que escuchas cada mañana...aiss...que porculero eres Despertador!!

Yo miro mucho el reloj...perdón, no me he expresado bien...lo miro MUCHO. Creo que es un defecto que tengo, pero no lo puedo evitar. A veces lo miro incluso sin mirar la hora que es. Es una manía tonta. Una manía que empieza a molestarme bastante.
Pero qué le hago? lo miro por curiosidad. Cuando tengo prisa, porque tengo prisa, y cuando no, lo miro para ver que es esa hora y no tengo nada que hacer... uummm...lo se, esto último es de ser un poco rara...aunque ahora que lo pienso...nadie ha dicho que no lo fuera, no? = :P

Sin más me despido, que acabo de darme cuenta de que son casi las 16.00 y tengo que ponerme otra vez a la tarea...ojala llegue pronto la hora de salir de aquí...( ¿ lo veis? )