22 julio, 2008

Historia de Mara ( II )

Era de noche. La brisa del mar rozaba la cara de Mara mientras ésta disfrutaba del silencio y del brillo del montón de estrellas que lucían en el cielo. El viaje había merecido la pena.
Estaba nerviosa. Pronto aparecería y no sabía muy bien cómo actuar cuando llegara el momento de su reencuentro...hacía ya tiempo que no se veían, pero sabía que iba a pasar algo especial.

A los pocos minutos le vió a lo lejos. Se acercaba por la arena hacia donde estaba ella. El corazón de Mara se aceleró. Había llegado el momento.
Pedro se acercaba y Mara contuvo sus ganas de salir corriendo a abrazarle. Cuando solo faltaban unos metros para llegar hasta donde ella estaba sentada, Pedro giró inexplicablemente hacia el lado opuesto.
Mara puso cara de incomprensión y miró como Pedro salía corriendo y abrazaba a una chica guapisima que llevaba una flor en el pelo.
Mara sintió tantos celos, odio y rabia a la vez, que su primer impulsó fue salir corriendo para vengarse de la pareja que desprendía amor por los poros.
-Se van a enterar ese par de malditos tortolitos enamorados!!!!!-Pensó Mara furiosa-Se van a enterar los muy hijos de...EEEEEhhhh!!!!!!
Apenas a escasos centímetros de ella pasó una chica montada en bicicleta a toda velocidad que casi la atropella.
-Estas loca!!!!!!????
-Perdona Mara!!-dijo una voz muy familiar.
-Pero Ti..Tina??
-Sí, que haces aquí? no vienes a la fiesta? es mi cumpleaños!!!! Están todos en mi casa, hay música en directo, Mauro está tocando la balalaica!! Deberíamos tener ya una copa en la mano!
-La bala...qué!!!???
-Vamos Mara!! vamos!!! antes de que venga el monstruo del laberinto! corre!!!!
-Pero qué monstruo!!!!?? Tina, que te has fumado!!!?- Chilló Mara mientras su respiración cada vez se hacía más fuerte.
-Vamos Mara!! Date prisa!!!!!
-Que no!!no!!! no!! noooooooo!!!!!!!


Mara se despertó y se sentó en la cama chillando y empapada en sudor. Por unos segundos le costó entender que todo había sido una mala pesadilla. Se volvío a tumbar y cuando estaba recuperandose del sofocón se dió cuenta de que...

-Dios mio!!!! las 8.00 de la mañana!!!!!

Salió a la calle con los zapatos a medio meter y atusándose rápidamente el pelo mientras salía corriendo hacia la estación soltando improperios y anatemas contra Pedro, la chica, ella misma y todo aquello que "había tenido la culpa" de que fuera a llegar tarde a trabajar.
-Mierda, mierda, mierda!!!!!

Obviamente, llegó media hora tarde al trabajo después de que el tren hiciera sus dos paradas inexplicables de rigor de casi todos los días.
Cuando entró por la puerta su jefe señaló su reloj con el dedo.
-Se nos pegaron las sábanas, eh Mara.....

Mara le dedicó una mirada de odio y forzando media sonrisa le dijo:

-Lo siento. Me quedaré después a recuperar media hora...
-Cada uno tiene su obligación- dijo su jefe mientras bajaba las escaleras camino de la cafetería.

Después de una mañana horrible, y tras recuperar la media hora " como era su obligación...", Mara salió del trabajo, se montó en el tren y se sentó enfrente de una niña de unos 5 años que jugaba con muñeco de peluche.
Recordó con nostalgia aquella muñeca de la que no se separaba ni un minuto cuando era pequeña y con la que tanto se había divertido.

Cuando ya había subido todo el mundo al tren y el pitido de las puertas empezó a sonar, Mara ( que otra vez se había quedado dormida apoyada en la ventana) pegó un respingo y consiguió bajarse del tren de un salto.
Pero al saltar Mara perdió el equilibrio, calló al suelo y su bolso salió volando hasta los pies un chico que al parecer había perdido el tren.

-Menudo golpe, ¿estás bien?
-No! no estoy bien! no lo ves?! - dijo Mara presa de su enfado y sin pensar, mientras se intentaba limpiar el vestido.
-Vaya...perdona por preocuparme...

Mara miró al chico y se empezó a poner roja como un tomate.

-Perdoname, es que llevó un día de locos y...
-No pasa nada, venga arriba.

El chico le tendió su mano y Mara se ayudó de ella para levantarse.

- Venga, te cambio tu bolso por una sonrisa.
- Como ? dijo Mara .
- Tu bolso... se te callo al suelo, recuerdas? -dijo el chico sonriendo pícaramente.
- Sí, sí...lo recuerdo.

Mara esbozó una sonrisa forzada, no sabiendo muy bien si el chico pretendía ser simpático, ligar o simplemente se estaba burlando de ella.

-Bueno, imagino que con eso servirá- dijo el chico encogiéndose de hombros y sonriendo a Mara mientras le daba el bolso.
-Gracias....dijo ella.
-No hay de qué, cuídate.
-Lo intentaré....

El chico sonrió, dio media vuelta y se fue andando por el borde del andén.
Mara se quedó mirandole por un momento, y dejó de mirar cuando él giro la cabeza y sus miradas se cruzaron.
Mara se dió la vuelta y sin saber muy bien porqué, una sonrisa se le dibujó en la cara.

4 comentarios:

Zendir dijo...

:-O --> así es como me dejas cada vez que leo algo tuyo. ¡Me ha parecido genial! ¿Qué mejor forma de encajar algunas palabras que con una pesadilla y un porrito? xD ¡De verdad que estás consruyendo una historia alucinante! ¿Ahora qué? Sigue, ¿no? ¿Tenemos que decir más palabritas?

¡¡¡Un besazo!!!

Carlos de la Cruz dijo...

Sinceramente, no hay muchos modos de meter una balalaika en una narración sin utilizar sueños o porros ;)

Nere dijo...

Diosss!!! que pasada!!! tia continua!! esto es mejor que una historia de las hermanas Walsh!!!


Besitos!!

Anónimo dijo...

Oh, mi amor!

Pero que historia!
Ya te queda poco para la próxima pero tengo ganas de leer como acaba esto. Esta genial!

Celita *