Me han colocado una sonrisa en la cara.
Al principio no fue fácil porque llevaba tiempo sin usarla, unas veces por culpa mía y otras porque me la quitaban entre unos y otros.
Me la colocaron poco a poco para que me fuera acostumbrando, como si de unas lentillas se tratase.
A veces se me cae y es difícil volverla a poner en su sitio, pero bueno, siempre he tenido a alguien dispuesto a ayudarme a colocara, y aunque pasados algunos minutos, se volviera a caer, en ese tiempo que la llevaba puesta me sentía mucho mejor, porque una sonrisa le sienta bien a todo el mundo…sí, creo que me la quedo para siempre puesta… me favorece. :)