18 octubre, 2006

SOLTERA EN FASE DE APRENDIZAJE

¡Pues sí! Existen.
Pensáis que es fácil? No, no, os equivocáis.

Cuando llevas años “dependiendo” o contando con la opinión de otra persona, emprender el camino tú sola se hace duro. Es como cuando llevas tiempo sin hacer ejercicio, acomodada en tu sillón y, de repente, te dicen que tienes que subir una cuesta tu solita, y que cuando vayas a descansar, tu sillón no va a estar allí, tan cómodo y acogedor como siempre, sólo puedes descansar en una silla normal, simple, individual.

Al principio se hace duro, te cansas, te falta el aire, te sofocas e incluso en un momento de flaqueza, te pones a llorar. Recuerdas la comodidad de tu sillón y lo echas de menos.
Suerte que por el camino encuentras apoyos y ayudas que te secan las lágrimas y te animan a seguir subiendo.

Poco a poco vas cogiendo fondo, ya no te cuesta tanto subir. La cuesta cada vez es menos empinada y sigues tu camino, un camino que eliges tu sola; “si te tropiezas, te vuelves a levantar” y seguimos para delante.

Ya no te acuerdas tanto de tu sillón, al fin y al cabo, estaba tan desgastado, que los muelles que se habían salido, dolían…y dolían mucho.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy segura que tu silla es la mar de cómoda, verdad??? a veces con un cómodo sillón no basta...mil besos pekenia!!!

Anónimo dijo...

Jejeje,me alegra que te hayas decidido a escribir este post...ya sabes lo que opino :)
Ademas...tambien hay sillones individuales cariño y son muy comodos!!!jejejeje!!!
Muaaaaaaaaaaks!!!

Anónimo dijo...

ainsss cariño, yo tengo un sillon individual de esos que te abrazan, parece viejo, pero lo tengo bien cuidado, le cambio el tapizado cuando es necesario... cuando lo necesites te lo presto

Di dijo...

jejeje!! Gracias pekeñas :D

Anónimo dijo...

Lo primero: me parece muy bonito que no avises de que tienes blog, salá :P

Por experiencia te digo que los sillones compartidos no son tan cómodos como parecen hasta que encuentras el que realmente merece la pena. Cuando compartes sillón tienes que pensar también en tu compañero, pero si eso supone no ser tú misma o no poder llevar a cabo tus sueños, ilusiones, o simplemente lo que te apetece hacer, no es el sillón que buscabas pequenia. Una temporada en sillas individuales tras un sillón compartido con los muelles rotos sienta de maravilla.
Un besazo!